El 27 de mayo de 2007 tanto los mendexarras como los ondarrutarras hablaron con total claridad: En ambos pueblos, ANV venció en las elecciones municipales, consiguiendo así la alcaldía de Mendexa y Ondarroa.
En cambio, el verano de 2007, el PNV aprovechándose de las consecuencias de la ley de partidos y como en tiempos de Franco, con cero votos y eligiendo a dedo a los componentes de las Gestoras, ocupó los ayuntamientos de Mendexa y Ondarroa.
Desde entones es incesante la vulneración de derechos de los mendexarras y ondarrutarras: Los ayuntamientos a puerta cerrada, sin ninguna ocasión de formar parte en ellos y tomando decisiones de gran calado a escondidas con la puerta cerrada.
Aun así, los electos de ANV seguimos trabajando, puesto que nosotros, somos los alcaldes y concejales electos de nuestros pueblos. Y en adelante también, seguiremos trabajando por el bien de los Mendexarras y Ondarrutarras.
¿A que han venido las gestoras del PNV a Mendexa y Ondarroa? No hace falta pensar mucho para contestar a esta pregunta. Han venido a imponernos su modelo político y a hacer negocio.
A los ocho meses de llegar a Mendexa, La Gestora, en un pleno celebrado bajo el máximo mutismo y a puerta cerrada, aprobó la modificación de normas para dar luz verde al macroproyecto de construcción de 98 casas. Por su parte, la Izquierda Abertzale interpuso sus alegaciones expresando lo siguiente:
- De acuerdo con las leyes vigentes, la necesidad de un programa para garantizar la participación ciudadana y decidir sobre el futuro de nuestro pequeño pueblo.
- Un crecimiento desequilibrado del pueblo y no justificado: Se daría el mayor crecimiento jamás dado en el pueblo, con un incremento del 37% en el nº de viviendas, un ascenso poblacional del 62% y un incremento del 53% del suelo urbano.
- La necesidad se suspender la modificación puntual de las normas subsidiarias.
Ante los innumerables llamamientos de vecinos de Mendexa, para buscar y encontrar una solución democrática que respete la realidad social y política del pueblo, el PNV de Bizkaia responde como acostumbra: Con un desprecio absoluto a los/as vecinos/as de Mendexa y con la chulería, arrogancia y prepotencia a la que desgraciadamente nos tiene acostumbradas.
En Ondarroa, los jelkides elegidos en Sabin Etxea, también han actuado de forma similar. Claros ejemplos son, el plan de rehabilitación del casco viejo de Ondarroa y el plan especial del polígono industrial de Renteria.
Tras un pleno celebrado en Bilbao a escondidas y en el máximo mutismo, la Gestora aprueba el plan de rehabilitación del casco viejo.
Por otra parte, “Herritarren Udala” organizó una sesión donde informó a los ondarrutarras sobre la repercusión de dicho plan; contemplandose en el plan la demolición del edificio Erribera 9 y la plaza “Berdura”, demolición del antiguo hospital y antiguo ayuntamiento, la expulsión de los habitantes de la Torre Likona, la peatonalización de Kale Handi, etc. Ante esto, los ondarrutarras presentaron 1600 alegaciones. En un segundo intento de echar hacia delante con el plan, en fechas navideñas sacaron a exposición pública dicho plan por un plazo de 20 diás, recogiendose entonces un total de 2600 alegaciones, de las cuales todavía no quieren saber nada y ni tan siquiera las han contestado.
Y con el Plan especial para el desarrollo del polígono industrial han hecho otro tanto de lo mismo, han antepuesto los intereses económicos de los grandes comercios frente a los intereses del pueblo. Han intentado echar hacia adelante dando la espalda a las empresas y propietarios de la zona industrial. Y para ello no han mostrado ningún tipo de vergüenza en utilizar una entidad oficial como SPRI para realizar las correspondientes expropiaciones.
Con la mala gestión que impone el PNV tanto en Mendexa como en Ondarroa, lo único que consigue es demostrar la falta de respeto que tiene hacia todos nosotros y además negar el sentir mayoritario de la población.
Para algunos, los tiempos de dictadura que duraron 40 años, fueron tiempos de normalidad y prosperidad. En cambio, ahora, gobernar con cero botos y en contra de la voluntad popular se encuentra más cerca de la dictadura fascista que de la democracia.
La pseudonormalidad que tanto abanderan, impuesta y basada en una callada, falsa y manipulada gestión, no se corresponde en nada con un adecuado y formal mandato. Esta pseudodemocracia no es aceptable. Nuestros ayuntamientos no son “Batzokis”, unas decisiones de tal calado no se pueden tomar en Bilbao, en la sede principal de la Diputación Foral de Bizkaia a puerta cerrada y con el máximo mutismo.
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