Desgraciadamente no es la primera vez, ni será la última, que tenemos que denunciar el uso que se hace del dinero público por parte de la Diputación. Y es que desde los distintos departamentos de la misma nos tienen acostumbrados a tener que soportar, subvencionar y pagar los distintos saraos privados que, cual cortijo privado, organizan para dejarse ver e invitar a su gente, eso sí con el dinero de todos/as los/as bizkainos/as.
No es de recibo que, cuando José Luis Bilbao anuncia, con su particular vehemencia, que estamos en época de reducir gastos innecesarios, que ha bajado la recaudación -habría que preguntarse en qué políticas públicas se ha invertido el dinero los años anteriores cuando la recaudación era infinitamente superior- y que en los próximos años la economía de Bizkaia va a ser “de guerra”, se siga derrochando dinero en actos que no se sabe qué objetivo tienen, más allá del aparecer en la foto y el lucimiento personal.
Pues bien, el alquiler del Txinbito para que Jose Luis Bilbao, sus diputados/as, los junteros del PNV, PP, PSE y Aralar, los dirigentes del Athletic, Bizkaia Bilbao Basket, Gernika Rugby, Ocean World- Unai Basurko – todos ellos por tener un convenio con la DFB-, empresarios de Bizkaia-Bizkaialde y los concejales de Sestao -seguramente se olvidarían de los dos concejales de la Izquierda Abertzale, legítimamente elegidos- , junto con los medios de comunicación -claro, sin reportaje fotográfico para qué hacer semejante crucero- y al director de Igualdad de la DFB – al cual se “tuvo el detalle de invitarle por ser de Sestao”- hagan un paseíto por la bahía de la Concha – esto recuerda a aquellos paseos que cierto dictadorcillo hacía hace algunos años por allí-, ha costado nada más y nada menos que 4.494 euros de los presupuestos, agárrense, de la Dirección de Turismo de la Diputación de Bizkaia. Y se nos dice que, a pesar de que la DFB tiene un convenio con el Txinbito, tal cantidad de dinero se debió a que “tuvo que ser trasladado por la noche al puerto de Pasai San Pedro” - es que, ¿no hay barcos en Gipuzkoa, o somos tan bilbainos como para tener que llevar un barco hasta Donostia?-. Eso, sin contar los gastos de autobuses y coches -muchos de ellos oficiales- para acudir hasta Pasai San Pedro, donde se montaron en el Txinbito, y sin saber a ciencia cierta el coste del lunch y cóctel -recordamos que en las fotos aparecidas en la prensa no estaban precisamente bebiendo agua, a no ser que la misma fuese de Bilbao-.
Se justifica la Dirección de Turismo de la Diputación en el escaparate mediático que la oportunidad brindaba: “por primera vez en más de 20 años había 2 traineras bizkainas en la Concha y Kaiku tenía serias posibilidades de ganar la bandera, se decidió organizar la salida en Txinbito, en el que una representación de Bizkaia estaría apoyando nuestra trainera”, “... y como promoción interna de nuestra marca Bizkaia”.
150 personas disfrutaron de lo lindo ese día, mostrando un nulo respeto, primero, hacia los vecinos y vecinas de Sestao que acudieron en masa a ver a su trainera y tuvieron que esperar más de una hora para abrazar a sus remeros, porque éstos “tenían” que parar en el Txinbito y saludar a toda esa “troupe”; segundo, hacia todos aquellos espectadores que seguían el evento por la TV que lo único que querían ver era ese abrazo de los vecinos/as con sus remeros; y tercero, nos dieron un nuevo ejemplo de despilfarro y altanería, en tiempos de crisis, en tiempos en que desde las instituciones no se cansan en exigirnos que nos apretemos el cinturón, cuando ellos/as manejan nuestro dinero a su antojo.
Ya está bien de saraos, cócteles, fiestas, galas, cortijos. Ellos y ellas que nos piden austeridad, son los primeros que han de dar ejemplo, empezando por la supresión de este tipo de eventos, en los que más allá de dar respuesta a los verdaderos problemas de la ciudadanía, no buscan más que el lucimiento personal y el salir en la foto. Pero es que además no son nada inteligentes, no saben que ese tipo de actos no hacen más que irritar a toda esa gente que lo está pasando muy mal, que ante tanto traje caro, abrigos de diseño, zapatos de gala, la gente se pregunta si es lícito y legítimo que se utilice el dinero que vía impuestos se paga a la DFB para que unos/as pocos/as se lo pasen bien. Es por ello que exigimos la supresión de todos esos actos, incluídas las altísimas dietas de los altos cargos de la Diputación, y que empiecen a dar ejemplo, no organizando tales actos, bajándose sus sueldos y dietas y dedicándose a lo verdaderamente importante, a trabajar, que para ello se les paga, y mucho.
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